La confluencia entre las energías renovables y sistemas avanzados de gestión representa un pilar fundamental para alcanzar metas de sostenibilidad y eficiencia energética. Estas soluciones conjuntas no solo favorecen el medio ambiente sino que también permiten optimizar operaciones, reducir costes y mejorar la toma de decisiones.
Energías renovables: ventajas y desafíos
Las fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, presentan claras ventajas medioambientales al reducir emisiones y minimizar la dependencia de combustibles fósiles. Además, económicamente, pueden ofrecer ahorros significativos a largo plazo. No obstante, enfrentan desafíos, como:
- Intermitencia: La producción de energía solar y eólica es variable, dependiendo de condiciones climáticas.
- Almacenamiento: Almacenar energía renovable de manera eficiente sigue siendo un reto tecnológico y económico.
- Integración con redes existentes: Adaptar infraestructuras actuales para acomodar fuentes renovables requiere inversión y planificación.
Sistemas de gestión avanzada: herramientas y tecnologías
La gestión avanzada abarca un conjunto de tecnologías emergentes diseñadas para mejorar el control, análisis y predicción de patrones energéticos:
- Sensores y dispositivos IoT: Estos elementos capturan datos en tiempo real, monitorizando todo desde la producción de energía hasta su consumo en distintos puntos.
- Análisis predictivo: Mediante algoritmos de aprendizaje automático, es posible anticipar demandas, identificar tendencias y ajustar operaciones para maximizar la eficiencia.
- Automatización: Los sistemas pueden tomar decisiones basadas en datos, realizando ajustes en tiempo real para optimizar la producción y distribución de energía.
Integración y sincronización: hacia un ecosistema cohesivo
La combinación de energías renovables con sistemas de gestión avanzada promete una revolución en la gestión energética:
- Interconexión robusta: La infraestructura debe permitir la comunicación entre dispositivos, sistemas y fuentes de energía, garantizando una respuesta rápida a las demandas cambiantes.
- Adaptabilidad: Los sistemas deben ser flexibles para ajustarse a diferentes fuentes de energía, variaciones en la demanda y otros factores cambiantes.
- Respaldo y almacenamiento: Las soluciones de almacenamiento, como las baterías de ion-litio, juegan un papel crucial en la gestión de la intermitencia, asegurando que la energía esté disponible cuando se necesite.
Beneficios tangibles del nuevo paradigma
Más allá de la sostenibilidad, la integración de estas tecnologías y estrategias ofrece beneficios operativos y económicos concretos:
- Optimización de recursos: Al anticipar demandas y ajustar la producción, las empresas pueden reducir el desperdicio y maximizar el uso de recursos.
- Reducción de costes: Menores paradas no planificadas y una operación más eficiente pueden traducirse en ahorros significativos.
- Mejora en la toma de decisiones: Con datos en tiempo real y análisis predictivo, las decisiones son más informadas y estratégicas.
La integración de las energías renovables
Según los planes del Gobierno de España, para el año 2030, se espera que las renovables generen el 74 % de la energía eléctrica del país y representen el 42 % del total de la energía consumida. Para alcanzar este objetivo es imprescindible que las nuevas fuentes se integren en la red actual.
Para ello se han presentado fondos con los que contribuir a la investigación sobre métodos y medios que permitan aunar estos elementos. Además, se remodelará el marco normativo con el objetivo de impulsar la industria que ayude a la descarbonización de la energía del país. Todo ello, se apoya en un despliegue coherente y ordenado mediante un marco estratégico con el que conseguir el máximo aprovechamiento industrial.
Para seguir creciendo y avanzando hacia un mundo más sostenible es imprescindible la integración de energías renovables y sistemas de gestión avanzada para optimizar cargas y consumos.
El hidrógeno verde como ejemplo de integración
Un claro ejemplo de este proceso es el proyecto SOFC4GREENGRID con el que colaboramos desde IDEA. El aprovechamiento del hidrógeno verde para la generación de energía es la base de este proceso, pero también se persigue su uso en elementos ya existentes
Para ello se emplean pilas de combustible de óxido sólido que transforman la energía química en eléctrica de hasta 50 kW. Esta reconversión ecológica, eficiente y sostenible puede utilizarse para alimentar sistemas eléctricos industriales.
Además, se desarrollan microestructuras que ayuden a lograr esa conversión de forma poco costosa para lograr un mayor crecimiento de este método de obtención de energía verde en todos los ámbitos de la sociedad.
Sistemas de gestión energética el complemento perfecto
Pero para avanzar en la inclusión de las energías verdes es necesario establecer mecanismos de control que ayuden a realizar un empleo óptimo de la energía. Esto supone recurrir a una gestión eficiente que se puede lograr gracias a novedosos sistemas inteligentes que aúnan lo virtual y lo real.
Los objetivos en política verde de la UE suponen un gran impulso en esta área. Proyectos como H2020 Smart Island son un ejemplo de cómo la tecnología virtual se puede integrar con la real para alcanzar la eficiencia energética. Desde Idea colaboramos en este consorcio para lograr la descarbonización de islas con base en VPP4Islands desde un modelo totalmente virtual de control y gestión de energía.
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